lunes, 6 de abril de 2009

¿A Quién le Agradas?


Un joven estudió violín con un maestro de renombre mundial. Trabajó durante años perfeccionando su talento, y por fin llegó el día en que se le pidió que diera su primer recital en público, en la gran ciudad donde vivían, él y su maestro.
Luego de cada selección, que presentaba con habilidad y pasión, el violinista parecía receloso ante lo aplausos que recibía, aún sabiendo que su público era exquisito en la música, y no dados a aplaudir una presentación que no fuera de calidad superior.
El joven actuaba como si no pudiera escuchar el aprecio que era derramado sobre él. Al cierre del último número, los aplausos fueron interminables, y se escucharon numerosos Bravos.
No obstante, el talentoso joven tenía sus ojos fijos en un solo lugar.
Por fin, cuando un anciano en la primera fila del balcón sonrió y asintió con su cabeza en señal de aprobación, el joven se calmó y brilló con alivio y gozo.
¡Su maestro había alabado su trabajo!
Los aplausos de miles no significaron nada, hasta que él ganó la aprobación del maestro.

Y tú... ¿A quién intentas agradar hoy?
Jamás podrás agradar a todos, pero sí a Aquel que es más importante.
Mantén tus ojos en él y no fracasarás.

¿Busco ahora el favor de los hombres o el de Dios?

Fuente: EL libro devocionario de Dios para los jóvenes, Editorial Unilit.

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