jueves, 30 de abril de 2009

Abrir Puertas

Cuando una puerta se cierra, otra se abre, aunque a veces no la vemos por quedarnos paralizados frente a la que se cerró.
No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos... y otras veces, ¡no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos!

Hay momentos en que sentimos el amor de una manera única... el corazón se pierde en un estallido, y vibra el alma tratando de llegar a ese ser que tanto amamos...

Que maravilloso es soñar con la persona amada, atravesar el tiempo y el espacio para unirse mas allá de nuestra imaginación, en ese mundo que soñamos estando despiertos, con sueños tan vivenciales que nos hacen sentir que ese ser esta ahí, esperando que demos un paso para cobijarnos entre sus brazos...
La felicidad espera a aquellos que sueñan... a aquellos que tratan de abrir esas puertas y que dejan de mirar la que los paraliza...
El verdadero amor no conoce de límites ni de fronteras, y podemos encontrar nuevamente a quien amar, más allá del horizonte.

miércoles, 29 de abril de 2009

Alemania, Inicios del Siglo 20

Durante una conferencia con varios universitarios, un profesor de la Universidad de Berlín, propuso un desafío a los alumnos con la siguiente pregunta:
- ¿Dios creó todo lo que existe?
Un alumno respondió, valientemente:
- Si, Él creó …
- ¿Dios realmente creó todo lo que existe? interrumpió el maestro.
- Sí señor, repuso el joven.
El profesor adujo:
- Si Dios creó todo lo que existe, ¡entonces Dios hizo el mal, ya que el mal existe! Y si establecemos que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, ¡entonces Dios es malo!


El joven calló frente a la afirmación del maestro, que desafiante, se regocijaba de haber probado que la fe era un mito.

Otro estudiante levantó la mano y dijo:
- ¿Puedo hacerle una pregunta, profesor?

- Por supuesto, contesró el profesor.
El joven preguntó:
- Profesor: ¿el frío existe?
-¿Que pregunta es esa?… Claro que existe, ¿ acaso nunca sentiste frío?

El muchacho explicó:
- En realidad, el frío no existe: Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío,
es sólo ausencia de calor.
Todo cuerpo es factible de estudio en tanto posee o transmite energía; y es el calor lo que hace que la tenga o transmita.

El cero absoluto es la ausencia total de calor; a esa temperatura, todos los cuerpos quedan inertes, incapaces de reaccionar... ¡pero el frío no existe! Creamos esa definición para describir de qué manera nos sentimos cuando no tenemos calor.
- Y... ¿existe la oscuridad?, inquirió nuevamente el estudiante.
El profesor respondió:
- Existe.

Nuevamente, el estudiante aclaró:
- La oscuridad tampoco existe, en realidad, es ausencia de luz.
La luz puede ser estudiada... ¡la oscuridad, no!
A través del prisma de Nichols, se puede descomponer la luz blanca en todos sus colores, con sus diferentes longitudes de ondas.
¡La oscuridad, no!
… ¿Cómo podemos determinar cuán oscuro está un espacio?... En función de la cantidad de luz presente en el mismo...
La oscuridad es una definición del hombre para describir qué ocurre ante la ausencia de luz.
Finalmente, el joven preguntó al profesor:
-
Señor, ¿Y EL MAL EXISTE?

El profesor respondió:
- Como afirmé al inicio, vemos estupros, crímenes, violencia en todo el mundo. Esas cosas son del mal.

- El estudiante respondió:
- El mal no existe... o por lo menos no por sí mismo. Es ausencia del bien…
De conformidad con los anteriores casos, el mal es una definición que el hombre inventó para describir la ausencia de Dios.

Dios no creó el mal. … El mal es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de los seres humanos.
Es igual a lo que ocurre con el frío cuando no hay calor, o con la oscuridad cuando no hay luz.
El joven fue aplaudido de pié, y el maestro, moviendo la cabeza, permaneció en silencio …

El director de la Universidad, se dirigió al joven estudiante y le preguntó:
- ¿Cuál es tu nombre?

- Soy ALBERT EINSTEIN.

martes, 28 de abril de 2009

El Pescador y el Samurai

Durante la ocupación Satsuma de Okinawa, un Samurai que le había prestado dinero a un pescador, hizo un viaje a la provincia Itoman, para cobrarlo.
No siéndole posible pagar, el pobre pescador trató de esconderse. El Samurai fue a su hogar y, al no encontrarlo, buscó por todo el pueblo. A medida que se daba cuenta de la huída, se iba enfureciendo. Finalmente, al atardecer, lo encontró bajo un barranco.
En su enojo, desenvainó la espada y le gritó:
- ¿Qué tienes para decirme?.

El pescador replicó:
- Me gustaría decir algo. Pido esa posibilidad.
El Samurai dijo:

- ¡Ingrato!... Te presto dinero cuando lo necesitas, te doy un año para pagarme y me retribuyes de esta manera: habla antes de que cambie de parecer.
- Lo siento, dijo el pescador. Lo que quería decir era esto: Acabo de comenzar el aprendizaje del arte de la mano vacía, y
el primer precepto que he aprendido es:
“Si alzas tu mano, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza, restringe tu mano."

El Samurai quedó anonadado al escuchar esto de labios de un simple pescador.
Envainó su espada y dijo:
- Bueno, tienes razón. Pero acuérdate de esto, volveré en un año a partir de hoy, y será mejor que tengas el dinero. Y se fue.
Había anochecido cuando llegó a su casa, y, como era costumbre, estaba a punto de anunciar su regreso, cuando se vió sorprendido por un haz de luz que provenía de su habitación, a través de la puerta entreabierta.

Agudizó su vista y pudo ver a su esposa tendida durmiendo, y el contorno impreciso de alguien que dormía a su lado.
¡Muy sorprendido y explotando de ira se dio cuenta de que era un samurai!

Sacó su espada y sigilosamente se acercó a la puerta de la habitación. Levantó su espada preparándose para atacar a través de la puerta, cuando se acordó de las palabras del pescador: "Si tu mano se alza, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza restringe tu mano."
Volvió a la entrada y dijo en voz alta. "He vuelto".
Su esposa se levantó, abriendo la puerta, y salió junto con su madre
, que vestía ropas de él, para saludarlo.
Se había puesto ropas de Samurai para ahuyentar intrusos durante su ausencia.

El año pasó rápidamente y el día del cobro llegó. El Samurai emprendió nuevamente el largo viaje. El pescador lo estaba esperando.
Apenas vio al Samurai, éste salió corriendo y le dijo: He tenido un buen año. Aquí está lo que le debo, y además, los intereses.
No sé cómo darle las gracias!
El Samurai puso su mano sobre el hombro del pescador y dijo: Quédate con el dinero. No me debes nada. Soy yo el endeudado.

lunes, 27 de abril de 2009

Libertad y Paternidad

Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti. Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender. Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces. Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti. Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo. Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo. Puedo hablarte del respeto, pero no te puedo exigir que seas respetuoso. Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas. Puedo educarte acerca del sexo, pero no puedo mantenerte puro. Puedo platicarte acerca de la vida, pero no puedo edificarte una reputación. Puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decirle no por ti. Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses. Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por ti. Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso. Puedo amonestarte en cuanto al pecado, pero no puedo hacerte una persona moral. Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo darte vida eterna. Puedes estar seguro de que me esforzaré hasta el máximo para darte lo mejor de mí… ¡porque te amo! Lo que hagas de tu vida, dependerá de tí, pero aún cuando siempre esté a tu lado, las decisiones las tomarás tú.
Sólo pido a DIOS que te ilumine para que tomes las correctas.
La vida es el regalo que DIOS nos hace.
La forma en que
tú la vivas, es el regalo que le haces a DIOS.

domingo, 26 de abril de 2009

Dando Recibimos

-Lleva esto a la pobre viuda que vive en las afueras, dijo el viejo zapatero a su aprendiz mientras le entregaba una cesta con hortalizas.
Trabajaba arduamente en su oficio, y cultivaba una pequeña huerta, para poder salir adelante económicamente. Sin embargo, siempre regalaba lo poco que tenía.
-¿Cómo puedes darte el lujo de regalar tanto? —le preguntaron.
-En realidad no regalo nada.
Lo presto al Señor y Él lo devuelve con creces. Me avergüenza que piensen que soy generoso, cuando recibo tanto a cambio.
Hace tiempo, siendo yo muy pobre, conocí a alguien más pobre que yo. Quería darle algo, pero no podía darme ese lujo. Pese a ello, lo hice; y el Señor me ayudó.
Siempre he tenido trabajo, y mi huerto es fértil.
Desde entonces, jamás titubeo cuando sé
que alguien está pasando necesidad.
Aún si regalara todo, el Señor no me dejaría morir de inanición.
Es como tener dinero en el banco, solo que en este caso —el Banco del Cielo— nunca quiebra, y cobro los intereses todos los días.

«Honra al Señor con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto» (Proverbios 3:9,10).


Tomado de: Palabras que Alimentarán Tu Alma

sábado, 25 de abril de 2009

Generosidad

La enfermera acompañó a un joven cansado y ansioso hasta la cama de un hombre mayor.
Su hijo está aquí, le susurró al paciente.
Tuvo que repetir esas palabras varias veces antes que los ojos del paciente se abrieran.
Estaba bajo efectos de un fuerte sedante debido al dolor por su ataque al corazón, y veía confusamente al joven parado en el exterior de su carpa de oxígeno.
Extendió su mano y el joven la tomó firmemente con las suyas, transmitiéndole un mensaje de aliento. La enfermera trajo una silla al lado de la cama. Toda la noche, el joven estuvo sentado sosteniendo la mano del anciano, y dándole palabras de esperanza.
Al acercarse la madrugada, el paciente murió.
El joven fue a notificar a la enfermera, y la esperó, mientras hacía lo necesario.
Cuando concluyó su tarea, ésta comenzó a prodigar palabras de consuelo.
Él la interrumpió.
- ¿Quién era ese hombre?, le preguntó.
- Creí que era su padre, contestó la sorprendida enfermera.
- No, contestó él, nunca antes lo había visto.
- ¿Por qué, entonces, no dijo nada usted cuando lo llevé hasta él?, preguntó la enfermera.
- Yo también sabía que él necesitaba a su hijo, que no estaba aquí.
Cuando percibí que estaba demasiado enfermo como para distinguirlo, comprendí cuánto me necesitaba.

viernes, 24 de abril de 2009

Coherencia

Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores, cuando llegó al sitio de un leñador, y le suplicó que la escondiera.
El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.
Casi de inmediato llegaron los cazadores, y preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
El leñador, les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron las señas, y se confiaron únicamente en las palabras.
La zorra, al verlos marcharse, salió sin decir nada.
El leñador le reprochó que no le daba las gracias por haberla salvado, a lo que la zorra respondió: “Te daría las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo”.

Ten siempre coherencia entre tus actos y lo que pregonas con tus palabras.


Fábula de Esopo

jueves, 23 de abril de 2009

Ganador

Dios no patrocina fracasos!
¿Sabes qué se necesita para ser mamá?
...
Podrías
dar argumentos como:

  • Primero se necesita ser responsable,
  • Tener madurez física, como intelectual,
  • Planificar bien... etc.
Pero verdaderamente, lo necesario para ser mamá, es un papá.
¿Cierto?
Bien, ahora que ya sabemos qué se necesita para ser mamá...
¿Cómo se hace un bebé?

... Para nadie es un secreto que para engendrar un bebé, ambos padres aportan células importantes...
La madre aporta el óvulo, y el papá los espermatozoides.

Luego de esta introducción...
¿cuántos espermatozoides compiten para llegar al óvulo de la madre?
...uno, dos, diez, ...
¡Correcto!...
millones, y millones, y millones.

¿Hasta aquí estamos de acuerdo?
Bien...
De esos millones... ¿cuantos fecundan el óvulo?, medio

millón, diez, doce, cinco?...
¿Cuántos?, permíteme
recordártelo:
UNO... el más capaz el más rápido, el más fuerte, el que le ganó a todos esos millones.

¿Sabes?. En esa carrera no hay segundo lugar... sólo uno alcanza el premio de la
vida, el campeón.
Es decir... TÚ.

Desde el momento en que eres concebido, ya traes la casta de campeón, ya eres ganador.
Dios no patrocina fracasos.

Si Dios, que es el Señor de la vida, quiso darte ese don, no es por un azar de la vida, tampoco por el fallo de un anticonceptivo: es por que él tiene un plan maravilloso para ti.
Por
eso, si dices: "No sirvo para nada, no se para qué nací, soy lo peor, soy basura"... estás ofendiendo a Dios, porque Él te hizo a su imagen y semejanza.
¡Dios jamás hace
basura!

Eres importante, eres especial!.

miércoles, 22 de abril de 2009

Valor

Uno era alto, fuerte, competitivo, de los de su edad era el que más corría, el que mejor montaba, y el más certero con el arco.
El otro, en cambio, era tranquilo, de formas suaves, gustaba de ayudar a su madre, y pasear solo por el bosque, perdido en sus ensoñaciones.
Los chicos se le burlaban, diciendo que parecía una chica, que jamás llegaría a ser un guerrero. Él no contestaba. Sabía que hay muchos tipos distintos de valor.
Llegó el día en el que tenían que convertirse en guerreros.
La prueba era sencilla, pero difícil: tenían cuatro lunas para irse del poblado y volver con plumas de águila. Si no lo conseguían serían tratados como niños.


Algunos habían recibido graves heridas al enfrentarse a esta prueba; otros incluso habían muerto.
Se marcharon, el mayor corriendo rápidamente, y el pequeño con paso tranquilo, como si fuera uno más de los paseos que acostumbraba a dar por el bosque.


El primero arrancó unas ramas, con una piedra las fue desbastando, hizo fuego y construyó un arco rudimentario, y unas flechas con las que cazar animales para comer.
Su hermano también recogió ramas con las que se construyó un pequeña refugio donde guarecerse, y recogió bayas y raíces para comer.


Fueron cada cual por su lado a explorar por los riscos, a ver si veían águilas... había pocas últimamente.

Vieron un ejemplar magnifico, y el mayor se apresuró a ponerle una trampa con un conejo que había cazado. Lo puso sobre un arbusto y se escondió debaj,o para cuando el águila viniese a comer, arrancarle las plumas de la cola con los dientes, mientras sujetaba las peligrosas garras con las manos y las interponía entre él y el afilado pico.

Pero no resultó nada bien: el águila, dándose cuenta de la estratagema, le atacó, y tuvo que salir corriendo y refugiarse, herido, en una grieta entre dos piedras. Con furia, cogió su arco, y cuando el águila volvía a atacar, apuntó, esperó hasta tenerla bien cerca, y le atravesó un ala.

Rápidamente le pisó el cuello y le arrancó un par de plumas.
¡Esto es para que aprendas!

Su hermano, que había contemplado desde lejos, corrió a ayudar, pero llegó
cuando todo había terminado.
Sintió una gran pena por el águila, y se acercó: aún vivía.
Fue a socorrerla, pero ésta no se dejaba, y mal herida, le tiraba feroces picotazos; así que se quitó su ropa y se la echó encima a modo de red.
Cuando la inmovilizó, le arrancó la flecha, y, como pudo, vendó la herida con jirones de su ropa. Fue a buscar agua y plantas medicinales para prevenir la infección.


Estuvo las cuatro lunas cuidándola, velándola, ganándose su confianza con afecto hasta que ella le permitió darle de comer al pico y no sólo dejarle la comida delante y separarse.
Ya tenía que regresar: su hermano hacía mucho que había regresado.
Pero él no se atrevía a dejar sola a su amiga aún herida; no hasta que estuviera recuperada del todo.
Y justo antes de vencerse el plazo, la llevó al borde del barranco y le suplicó: “tienes que volar; yo tengo que volver, y no podré si no sé que tú estás bien… ¡vuela!”


El águila extendió sus alas y se lanzó al vacío; al principio cayó como una piedra, pero luego se elevó, y empezó a trazar majestuosos círculos en el cielo.

- Misión cumplida -pensó- es hora de regresar.

Cuando llegó, todos lo vieron venir… sin las plumas.
Se reunieron ante el jefe, que debería pronunciar el veredicto: diría que no era lo suficientemente valiente como para ser guerrero.


Estaban todos en silencio, expectantes.
El jefe salió de su tienda, y preguntó:


- ¿Dónde están tus plumas de águila?
Muy alto en el cielo. se oyó el grito del águila que había curado.
Al verla, se envolvió una manta en el brazo derecho, puso la mano sobre la cabeza, y la llamó.


- Aquí están mis plumas, dijo, mientras el águila se posaba mansamente en su brazo.

martes, 21 de abril de 2009

Gigante


En la plaza central debían quitar un gran roble, que con el paso de los años se había convertido en un símbolo del lugar.
Hasta en el escudo del pueblo se dibujaba su silueta.
El roble se había enfermado de un extraño virus. Corría el riesgo de caerse, y contagiar a los árboles más cercanos.
Ya se había hecho todo por salvarlo, y la decisión de derribarlo provocaba en los vecinos gran impotencia.


No es fácil determinar la causa de un problema y no es el camino más agradable el solucionarlo.

Los leñadores llegaron con sierras automáticas y hachas.
Los vecinos se reunieron para presenciar su caída.
Esperaban oír el choque del inmenso árbol contra el suelo.
Suponían que empezarían a cortarlo por el tronco, en un lugar cercano a la tierra.
Pero los hombres colocaron escaleras, y comenzaron a podar las ramas más altas.


De arriba hacia abajo, cortaron las más pequeñas hasta las más grandes; así, cuando
terminaron con la copa, sólo quedaba el tronco, y en poco tiempo más aquel roble yacía cortado en el suelo.
Su sombra ya no existía; era como si nunca hubiera estado allí.
Los vecinos preguntaron por qué se habían tomado tanto tiempo para derribarlo.
El más experimentado explicó: cortando el árbol cerca del suelo, antes de quitar las ramas, se vuelve incontrolable, y en su
caída, puede quebrar árboles cercanos o producir destrozos.
Es más seguro manejar un árbol cuando
se le hace más pequeño.

El inmenso árbol de la preocupación, que tantos años ha crecido en cada uno de nosotros, puede manejarse si se lo hace más pequeño.
Para lograrlo, es aconsejable podar los pequeños obstáculos, que nos impiden disfrutar de cada día, y así, ir quitando el temor de que en el intento de librarnos, todo se derrumbe.


En ese orden, gradualmente podemos ir llegando al tronco de nuestras preocupaciones.
Para cambiar, hay que realizar una tarea a la vez, quitar las ramas de una en una, ocuparnos, y no preocuparnos.
Reconocer nuestros errores y tener el valor para enfrentarlos, establecer prioridades y objetivos, y mantener la determinación de librarnos, poco a poco, de todo

lo que nos impide trabajar, crecer, disfrutar y vivir, transformando nuestras ansiedades, miedos y preocupaciones, en coraje, esperanza y fe.

lunes, 20 de abril de 2009

Servicio

Toda la naturaleza es un anhelo de servicio:
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar: plántalo tú.
Donde haya un esfuerzo, que todos esquiven: acéptalo tú.

Se tú el que apartó la piedra del camino,
el odio entre los corazones, las dificultades del problema. Hay alegría en ser sano y en ser justo. Pero hay, sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.
¡Que triste sería el mundo, si todo en él estuviera hecho...
Si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender!
No sólo se hace mérito en los grandes trabajos... hay pequeños servicios:
Adornar una mesa, ordenar unos libros... el servir no es faena de los seres superiores.
Dios, que da el fruto y la luz, sirve.

Tiene los ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día...
¿Serviste Hoy?

Gabriela Mistral

domingo, 19 de abril de 2009

Divina Misericordia

Nuestro Señor vino a decirnos que Él es infinitamente misericordioso con nosotros, y que no importa qué pecados hayamos cometido, pues si estamos arrepentidos de verdad, Él nos perdonará, ya que vino a llamar a pecadores, y no a justos.
"Yo prometo al alma que venere ésta imagen, que no perecerá ...

Protegeré durante toda su vida, cual madre a su hijo, a las almas que propagaren el culto a Mi Misericordia; en la hora de la muerte no seré para ellos Juez sino Salvador..."

-Promesa hecha durante Sus apariciones (1931-1938) a Santa Faustina Kowalska en Plock, Polonia.

sábado, 18 de abril de 2009

El Feo Jarrón

Un famoso profesor, especialista en comunicación, contó una anécdota.
Yacía yo en la cama, leyendo, cuando mi madre entró en mi habitación. Tenía en sus manos un jarrón, un jarrón bastante feo, por cierto. Me preguntó, ¿Quieres que te lo regale?
Rápida e indiferentemente,
le respondí: no, no lo quiero para nada.
Cuando estaba a punto de salir de la habitación, me vino a la mente una voz que decía: no rechaces esa oferta.
Le dije a mi mamá: espera un poco, ¿dónde lo conseguiste?
Ella contestó: Me lo dieron hace muchísimos años, por haber realizado una venta importante...
Cuando era niña, trabajé para una compañía, vendiendo casa por casa. Cada vez que hacía una venta, me daban un regalo.
Pero muchos de los regalos me eran inútiles... Yo estaba enamorada de este jarrón. El problema era que para conseguir este jarrón tenía que llenar 15 órdenes.
Me costó 2 años llenar esas órdenes, pero al final lo conseguí.
Inmediatamente pensé, mamá tiene 81 años, es la menor de 6 hijos, que fueron abandonados por su padre alcohólico cuando ella tenía tan sólo 5 años.
Su niñez fue dura, y su madre tuvo que trabajar en varias labores para sacar adelante a sus seis hijos.
Seguramente, su madre nunca pudo comprarles ni un solo juguete.
...Ese jarrón es el objeto más importante de su vida... Y ahora yo, bruto, lo rechazo... Tras esos pensamientos, dije: ma, espera... ¡Claro que lo quiero! ¿Es verdad que me lo quieres regalar?.
Mi madre me lo dió, emocionada, con un beso en la frente.
Ese jarrón está ahora en el lugar más visible de mi sala de estar.
Se ha convertido, de todos los objetos que tengo, en el más valioso.
No lo cambiaría
por ningún otro.

La sensibilidad hacia otros es esencial en nuestras relaciones.
Antes de rechazar una opinión, pensemos en
qué base tiene.
En ocasiones, es imposible llegar al significado que pueda tener una idea. El ser sensible hacia los sentimientos, ideales y creencias de otras personas, es un aspecto de gran importancia que debemos recordar.

viernes, 17 de abril de 2009

¡Cree enTí!

Sigue tu destino adónde sea que te lleve

Hay momentos en la vida, en que comprendes que ha llegado el tiempo de cambiar.
Comprendes al fracasar, que si no tienes el coraje de comenzar de nuevo, la vida seguirá sin ti.
La dicha no siempre nos acompaña, y nuestra vida puede tornarse diferente de lo que nos imaginamos.
Si no te animas a escoger un camino, o a realizar un sueño, estás vagando sin rumbo y perdido. Acepta el camino abierto que te espera!

Olvídate de lo que fue: ya pasó. El pasado es ilusión, y el futuro aún no existe.
Sí vivimos hoy.
Mide tus pasos uno a uno, sin perder la fe, guardando tu valor y confianza. Con la frente alta, no temas soñar, ni mirar las estrellas.

Tu vigor volverá y encontrarás tu vía. Una senda más bella y serena de lo que has soñado te llevará adonde quieras, cumpliendo tus deseos.
Ten confianza en tus fuerzas, y toma esa vía. Verás que está llena de alegría, de aventuras y deleite como en tus sueños jamás imaginaste.

Cree en ti.

Todos tenemos dentro una brújula que nos conduce adonde anhelamos. Confía, consúltala a menudo, porque conocer su presencia te dará fortaleza para lo que la vida te depare. Mantén el curso. Tu corazón te dará la respuesta y el discernimiento para tomar las decisiones. Ama a todos, y no esperes agradecimientos.
Haz lo mejor que puedas.
Vive cada día en plenitud.
Nadie puede leer el futuro.

Para todas tus preguntas habrá respuestas claras, soluciones aceptables. Ten paciencia, alcanza tus metas y realiza tus sueños. Aunque por momentos parezca que no puedes seguir, conozco tu fortaleza, y sabrás sobrellevar todo lo que la vida te depare.

Cree en ti.

jueves, 16 de abril de 2009

Secreto Para Lograr Amor y Felicidad

¿Cuál es el secreto para que logres el amor y la felicidad?
Si quieres felicidad, dale felicidad a otros; si quieres amor, aprende a amar a los demás;
si quieres atención y aprecio, aprende a dar atención y aprecio; si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia. De hecho, la manera más fácil de obtener lo que quieres es ayudando a otros a obtener lo que quieren. Este principio opera para individuos, corporaciones, sociedades y naciones.
Si quieres ser bendecido con todas las cosas buenas en la vida, aprende a bendecir silenciosamente a todos con las cosas buenas en la vida. Hasta pensar en dar, pensar en bendecir, o una simple oración tiene el poder de influir a los demás. El pensamiento tiene el poder de transformación.
Cuando aprendes a dar aquello que buscas, activas y montas la coreografía de la danza con movimientos exquisitos, energéticos y vitales que constituyen el eterno palpitar de la vida.
La mejor manera de poner en operación la Ley del Dar y poner todo el proceso en circulación es tomar la decisión de que en cualquier momento que entres en contacto con otra persona le darás algo.
No tiene que ser algo material; puede ser una flor, un cumplido o una oración, de hecho, las formas más poderosas de dar
son no materiales.
Los regalos de cuidados, atención, afecto, aprecio y amor son algunos de los regalos más preciosos que puedes dar, y no cuestan nada. Cuando conoces a alguien, puedes silenciosamente enviarle una bendición, deseándole felicidad, alegría y dicha. Esta manera de dar silenciosamente es muy poderosa. Podrías decir "¿Cómo puedo darles a otros en este momento cuando no tengo suficiente para mi"? Puedes llevar una flor. Puedes llevar una tarjeta que diga algo sobre los sentimientos que tienes por esa persona a la que estás visitando. Puedes llevarle un cumplido. Puedes llevarle una oración. Toma la decisión de dar dondequiera que vayas, a quien sea que visites o veas. Siempre y cuando estés dando, estarás recibiendo. Entre más das, adquirirás más confianza en los efectos milagrosos de esta ley.
Al recibir más, tu habilidad de dar más también aumentará.

Deepak Chopra

miércoles, 15 de abril de 2009

Salvación

Cierta vez, Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de ir al Jardín del Edén, y estaba mofándose y riéndose, diciendo:

- Sí, Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo. Les tendí una trampa, usé un cebo que sabía que no resistirían: ¡Cayeron todos!

- ¿Que vas a hacer con ellos?, preguntó Jesús.

- ¡Ah, me voy a divertir!, respondió Satanás, les enseñaré cómo casarse y divorciarse, cómo odiar y abusar uno del otro, a beber sin control, y, por supuesto, a inventar armas y bombas para que se destruyan entre sí. ¡Realmente me voy a divertir!

- ¿Y qué harás cuando te canses?, preguntó Jesús.

- Ah, los mataré, dijo Satanás con mirada llena de odio y orgullo.

- ¿Cuánto quieres por ellos?, preguntó Jesús.

- Ah, tu no quieres a esa gente. Ellos son malos. ¿Por qué los querrías tomar? Ellos te odian. Escupirán tu rostro, te maldecirán y te matarán. Tu no quieres a esa gente!!

- ¿Cuánto?, preguntó nuevamente Jesús.

Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió:

- Toda tu sangre, tus lágrimas, y tu vida.

Jesús dijo:

- ¡HECHO!

Y así fue como pago el precio.

martes, 14 de abril de 2009

Amistad

Y un joven dijo: "Háblanos de la Amistad".
Él respondió, diciendo: Vuestro amigo es la respuesta a vuestras necesidades.
Es vuestro campo, que sembráis con amor y cosecháis con gratitud.
Y es Vuestra mesa, y el fuego de vuestro hogar.
Porque acudís a él para saciar vuestra hambre y lo buscáis en procura de paz.
Cuando vuestro amigo revela su pensamiento, no teméis el "no" en vuestra propia mente, ni retenéis el "sí".
Y cuando él guarda silencio, vuestro corazón no cesa de escuchar a su corazón.

Porque en la amistad, todos los pensamientos, todos los deseos, todas las expectativas, nacen sin palabras y son compartidos con callado gozo.
Cuando os separáis de vuestro amigo, lo hacéis sin aflicción; Porque lo que más amáis en él puede ser más diáfano aún en su ausencia, como para el alpinista la montaña aparece más despejada desde la llanura.

Y dejad que en la amistad no exista otro propósito que el de profundizar el espíritu.
Porque el amor que busca otra cosa que no sea la revelación de su propio misterio, no es amor sino una red tendida, y solamente lo inútil es pescado.
Y procurad que lo mejor de vosotros sea para vuestro amigo.
Si debe conocer vuestra bajamar, dejadlo conocer también vuestra pleamar.

Porque ¿qué amigo es aquel que tuvierais que buscar para matar las horas?
Buscadlo con horas para vivir.
Porque es misión suya llenar vuestra necesidad, pero no vuestra vaciedad.
Y que en la dulzura de la amistad haya lugar para la risa y para los placeres compartidos.
Porque en el rocío de las pequeñas cosas el corazón encuentra su mañana y toma su frescura.

Khalil Gibrán

lunes, 13 de abril de 2009

Gratitud

Gracias por todo lo recibido en abundancia: salud, felicidad, prosperidad.
Gracias por las duras lecciones que me han ayudado a conocerme
y conocer mejor a los otros. Gracias por los fracasos, que me dieron humildad, y la obligación de jamás sentarme sobre los laureles y seguridad de comprender a de los demás, ofreciéndoles la ayuda necesaria en esos momentos.
Gracias por todas esas ocasiones, que se presentaron para cultivar mi paciencia, tolerancia , y esperanza.
Gracias por los descubrimientos de la realidad y la verdad...
Gracias por las oportunidades que aproveché, las desgracias que evité, las soluciones que encontré, los talentos que desarrollé, las victorias que he obtenido, los días maravillosos que he vivido.
Gracias por mis padres, los amigos que encontré, los profesores que me enseñaron, los libros que he leído, los viajes que he realizado, las comidas que me han deleitado.
Gracias por los paisajes que he admirado, el sol que me ha calentado, las flores que he contemplado, el aire que he respirado.
Gracias por la conciencia de que un Ser Supremo vela por mí, a pesar de mis errores; me protege, a pesar de mis debilidades; me ama a pesar de mis defectos, y me dá soluciones a pesar de mis obstinaciones...

¡Gracias por la alegría de vivir!

domingo, 12 de abril de 2009

¡Felices Pascuas!


“Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo Unigénito,
para que todo aquel que en cree
Él,
no se pierda, sino que tenga vida eterna”.

Juan 3:16


¡Felices Pascuas de Resurrección!

sábado, 11 de abril de 2009

Tendrás Paz

si crees que la sonrisa tiene más fuerza que las armas,
si crees en el poder de una mano abierta,
si crees que lo que une a los hombres es mas que lo que los separa,
si crees que el hecho de ser diferente es una riqueza y no un peligro
¡entonces
tendrás paz!

si sabes mirar al otro con amor,

si prefieres la esperanza a la sospecha,
si piensas que eres quien tiene que dar el primer paso,
si el llanto de un bebe aún
es capaz de estremecerte
¡entonces
tendrás paz!

si puedes sentir alegría con el éxito de tu vecino,

si crees que el perdón puede mas que la venganza,
si eres capaz de dar tu tiempo gratuitamente por amor,
si para tí el otro es, ante todo, un hermano
¡entonces
tendrás paz!

si sabes aceptar críticas,

si te resistes a echar culpas de todo a los demás,
si prefieres que te hagan daño antes que hacerlo,
si rechazas la idea de que eres indispensable,
¡entonces tendrás paz!

viernes, 10 de abril de 2009

Crucifixión

El acto de crucifixión era terrible. Varios hombres inmovilizaban al reo. Uno en cada brazo y otro en las rodillas. Un cuarto tomaba el clavo lo colocaba sobre las muñecas y con fuertes y diestros golpes atravesaba la carne y todos los tejidos, y adhería la mano a la madera. Los pies se colocaban uno sobre otro, y, con un clavo más largo los atravesaban pegándolos a la cruz. Luego levantaban la cruz y el cuerpo quedaba pendiente de los tres clavos. Todo el cuerpo se desplomaba. Los gritos de dolor se atenuaban por la dificultad para respirar.

La crucifixión de los dos ladrones fue dura, difícil, cargada de luchas e insultos. Cuando llegaron a Jesús, los soldados vieron, con sorpresa, que no se defiendía. Intentabann sujetarlo, pero no ofrecía resistencia. Se tendió en el madero y extendió sus brazos.

Es el Sacerdote eterno que abre sus brazos, abarcando a todos los hombres de todos los tiempos que necesitan misericordia.
El Padre eterno observa el amor del justo y une su dolor al del Hijo.
El Espíritu Santo actúa en la voluntad humana de Jesús impulsándole al sacrificio. El tiempo se detiene en el acto más sagrado de la historia de los hombres, aunque esté envuelto por tanta ignominia.
Se está masnifestando un amor divino y humano que son superiores a todos los dolores imaginables que los hombres puedan llegar a sufrir. Cuando el primer clavo atraviesa la mano derecha en el lugar preparado, todo el cuerpo se retuerce, y Jesús contiene un lamento que sale de su tormento. Después le estiran la izquierda, para que coincida con el agujero del otro lado, y se repite el suplicio. Cruzan los pies apoyándose en las rodillas y los atraviesan de un golpe certero. Todo el cuerpo se arquea como la cuerda de un violín. Golpean más, y fijan bien los pies a la cruz. Por fin, lo levantan, y el cuerpo queda sujeto por aquellos tres clavos; toda la respiración se hace difícil y asfixiante. La sangre mana de las tres heridas hasta el suelo. Cada respiración, cada palabra, intensifica el dolor. Los músculos se contraen. La mente se nubla por la falta de oxígeno. El calor del mediodía se ceba en los crucificados y las moscas acuden a la sangre sin que nadie pueda apartarlas. Así van a transcurrir aquellas tres interminables horas en las que se consuma el sacrificio perfecto realizado por amor y obediencia.


Tomado de: Tres años con Jesús
(Enrique Cases)


... Hoy es viernes Santo: día de oración, reflexión y análisis; también de duelo, pero, por otro lado, y, a pesar de la muerte de alguien amado, de comprensión de que esa muerte es sacrificio, entrega, amor infinito, y ¡¿cómo puede dejar de alegrarnos tamaña prueba de amor?!.
Sí, es que Nuestro Padre, aún desde lo más terrible que podamos imaginar, como lo fue la muerte de su Predilecto, nos grita cuánto nos ama, al punto de la locura absoluta, dándonos a su propio Hijo para salvarnos...


Si alguna vez nos sentimos poco amados... ¡pensemos en el viernes Santo! ¡No hay excusas!

jueves, 9 de abril de 2009

A Tu Puerta

Un pintor había pintado un bello cuadro. A la presentación al público, asistieron autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un reconocido artista.
Llegado el momento, retiró el paño que velaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso.

Era un impresionante Jesús, tocando suavemente una puerta. Parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír alguien respondía.
Todos admiraban aquella obra de arte. Un observador muy agudo, encontró un detalle: la puerta no tenía cerradura.
E inquirió:
-¡Su puerta no tiene cerradura! ¿Cómo se hace para abrirla?.
El artista tomó su Biblia, buscó un versículo y pidió al observador que lo leyera:
Apocalipsis 3, 20:
"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.”
-Así es, respondió el pintor. Ésta, es la puerta del corazón del hombre. Sólo se abre por dentro.

miércoles, 8 de abril de 2009

Frases Célebres

  • La verdad no mancha los labios de quien la dice, sino la conciencia de quien la oculta.
  • Una amistad que termina nunca había comenzado.
  • La ignorancia es la madre del miedo.
  • La actividad es lo que hace dichoso al hombre.
  • El que se guarda un elogio se queda con algo.
  • De una mentira ciento se derivan.
  • Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.
  • Lo que mucho se usa poco dura.
  • La fortuna es ciega y no sabe con quien juega
  • Bien ama quien nunca olvida.
  • Sabio es aquel que constantemente se maravilla.
  • No se necesita ver frecuentemente al amigo para que la amistad perdure, basta saber que este responderá cuando sea necesario con un acto de afecto, de comprensión y de sacrificio.
  • Con audacia se puede intentar todo, mas no todo se puede conseguir.
  • Sabio no es aquel que da las respuestas correctas, es quien hace las preguntas correctas.
  • El amigo real se ríe con tus chistes aunque no sean tan buenos y se conduele de tus problemas aunque no sean tan graves.
  • Imposible es el adjetivo de quienes se dan por vencido antes de tiempo.
  • Enterrar una amistad es una pena mayor que enterrar un amigo.
  • La imaginación es más importante que el conocimiento.
  • Nadie se queja por tener lo que no se merece.
  • Dadme un amigo y moveré al mundo.
  • El amigo es como el dinero, que antes de necesitarlo se sabe el valor que tiene.
  • El secreto de la felicidad no está en hacer lo que se quiere, sino en querer lo que se hace.
  • Lo maravilloso de aprender es que nadie no lo puede arrebatar.
  • Los errores suelen ser el puente entre la inexperiencia y la sabiduría.
  • Quien se tiene derecho para criticar debe tener el corazón para ayudar.
  • Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros.
  • Es intentando lo imposible cuando se realiza lo posible.
  • Prefiere entre los amigos, no sólo a aquellos que se entristecen con una desventura tuya, sino aún más a quienes en tu prosperidad se alegran.
  • El ayer es un sueño o una pesadilla. El mañana una visión o un espejismo. Mi único capital es el Hoy.
  • La ocasión solo encuentra a quien está preparado.

martes, 7 de abril de 2009

Amor


En una isla vivían las sensaciones:
Felicidad, Tristeza, Conocimiento y todas las demás, incluyendo al Amor.
Un día se anunció que la isla se hundiría,
así que todas repararon sus botes y se fueron.
El amor fue el único que se quedó.
Perseveraría hasta el último momento.
Cuando estaba casi completamente sumergida, el amor decidió pedir ayuda .
La riqueza pasó en un gran bote.
El Amor dijo:
-¿Riqueza, me puedes llevar contigo?
La riqueza contestó:
-No puedo: hay mucho oro y plata en mi bote, no hay lugar para tí, pues nos hundiríamos.

El Amor decidió preguntarle a Vanidad, que se acercaba.
-Vanidad, por favor, ayúdame.
-No puedo, Amor, estás mojado y arruinarías mi nave, contestó.

Tristeza estaba cerca, así que le pidió ayuda:
-Déjame ir contigo.
-Oh amor, ¡estoy tan triste que necesito estar a solas conmigo misma!

Felicidad pasó también, pero estaba tan extasiada que ni siquiera escuchó cuando Amor la llamó.

De pronto, se escuchó una voz:
-Ven amor, yo te llevaré.
Era un anciano. El amor se sintió tan bendecido y jubiloso que olvidó preguntarle el nombre.
Cuando llegaron a tierra firme, el anciano se alejó.
Al percatarse de cuánto debía al desconocido (le había salvado la vida) preguntó a Conocimiento, (también anciano) :
-¿Quién me ayudó?
-Fue el tiempo, contestó Conocimiento.
-¿El tiempo?

Pero ¿por qué el Tiempo me ayudó?
Conocimiento sonrió con profunda sabiduría, y contestó:

-Porque sólo el Tiempo es capaz de entender cuán grande es el Amor.

Tu

lunes, 6 de abril de 2009

¿A Quién le Agradas?


Un joven estudió violín con un maestro de renombre mundial. Trabajó durante años perfeccionando su talento, y por fin llegó el día en que se le pidió que diera su primer recital en público, en la gran ciudad donde vivían, él y su maestro.
Luego de cada selección, que presentaba con habilidad y pasión, el violinista parecía receloso ante lo aplausos que recibía, aún sabiendo que su público era exquisito en la música, y no dados a aplaudir una presentación que no fuera de calidad superior.
El joven actuaba como si no pudiera escuchar el aprecio que era derramado sobre él. Al cierre del último número, los aplausos fueron interminables, y se escucharon numerosos Bravos.
No obstante, el talentoso joven tenía sus ojos fijos en un solo lugar.
Por fin, cuando un anciano en la primera fila del balcón sonrió y asintió con su cabeza en señal de aprobación, el joven se calmó y brilló con alivio y gozo.
¡Su maestro había alabado su trabajo!
Los aplausos de miles no significaron nada, hasta que él ganó la aprobación del maestro.

Y tú... ¿A quién intentas agradar hoy?
Jamás podrás agradar a todos, pero sí a Aquel que es más importante.
Mantén tus ojos en él y no fracasarás.

¿Busco ahora el favor de los hombres o el de Dios?

Fuente: EL libro devocionario de Dios para los jóvenes, Editorial Unilit.

domingo, 5 de abril de 2009

Semana Santa

En Semana Santa recordamos el mayor sacrificio, el mayor obsequio, el más espléndido de los favores que se haya concedido humanidad en toda su historia.
Dios se hizo hombre.
Jesús fue un carpintero pobre, de humilde cuna. En su adultez se dedicó a predicar, a enseñar y a sanar enfermos, y reunió un grupo de seguidores.
Los adversarios del amor y la libertad que pregonaba lo mataron clavándolo a una cruz, la ejecución más cruel que podamos imaginar.
Murió dando ejemplo del amor que predicaba, al perdonar a los que le daban muerte, y consolar al ladrón arrepentido que moría a Su lado.
Tres días después demostró que era Dios resucitando de entre los muertos.

En esta época del año celebramos Su triunfo: no Su muerte, sino Su vida.
Una vida que no consintió en dejarse vencer por la muerte. Una vida que hizo retroceder el dolor, el sufrimiento y la desesperación. Una vida que aniquiló a los grandes enemigos del hombre: sus propios defectos y debilidades.

Por ser humanos y estar llenos de imperfecciones, no merecemos estar al lado de Dios, Quien es perfecto en todo sentido.
Con amor que sobrepasa nuestro entendimiento, Jesús asumió el castigo que nos correspondía a por nuestras malas acciones... para decir, desde el madero: "Consumatum est". Había cumplido Su misión. Había expiado nuestros pecados. A partir de ese momento podíamos acogernos a Su perdón y emprender una vida nueva.
Jesús fue directo a la raíz de todos los padecimientos, pesares y horrores causados por los pecados humanos, y nos perdonó a todos. De ese modo allanó el camino para que estuviéramos con Él en el Cielo por la eternidad. Sólo tenemos que creer y aceptar el regalo que nos ofrece: Su perdón y salvación.

¿Lo aceptas? ¿Dejarás que tus pecados e imperfecciones mueran con Aquel que pagó por ellos, y que clavando la mirada en tus ojos te ofrece Su perdón?
Jesús puede perdonarte todo lo malo que hayas hecho y ayudarte a empezar de nuevo.

Dale la oportunidad. Éste es el momento. Él te espera. Sólo debes abrirle tu corazón y decir: Jesús, te acepto como Señor y Salvador. Te ruego que perdones mis pecados. Lléname de Tu Espíritu y Tu vida. Ayúdame a creer y confiar en Ti. Ayúdame también a mejorar en mis puntos flacos. Amén.
Está presto a responderte desde el momento en que le plantees tus necesidades...

Adaptado de:"Palabras que Alimentarán tu Alma"

sábado, 4 de abril de 2009

Lección

Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.
Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias.
El alumno dijo al profesor: Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre.
Mi querido amigo -le dijo el profesor-, nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres.
Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.
Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo.
Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar.
Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda.
Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.
El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas.
Ahora- dijo el profesor- ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?
El joven respondió: Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir.

viernes, 3 de abril de 2009

Confusión

Cierta vez en un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos, excepto por un árbol profundamente triste.
Tenía un problema: No sabía quién era.
... Lo que te falta es concentración, dijo el manzano,
- Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas manzanas.
-¿Ves qué fácil es?... no lo escuches, exigía el rosal: es más sencillo tener rosas... ¿Te resultan bellas?


Desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba nada, se sentía cada vez más frustrado.
Hasta que un día, el búho (la más sabia de las aves) viendo la desesperación del árbol, le dijo:
-Tu problema es sencillo: es el mismo de muchísimos sobre la tierra.
Te daré la solución:
-¡Deja de pretender ser como los demás quieran que seas! ¡Sé tu mismo! ¡Conócete!... y para lograrlo, ¡Escucha tu voz interior!
Dicho esto, el búho desapareció.
-¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?... se preguntaba el árbol

Hasta que, de pronto... ¡Comprendió!
...Y cerrando ojos y oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior, diciéndole:
-Jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera, porque no eres un rosal...
¡Eres roble! ¡Y tu destino es crecer grande y majestuoso!... dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... ¡Tienes una misión!: ¡Cúmplela!.

El árbol se sintió fuerte y seguro de si mismo, y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.
Así, pronto fue admirado y respetado por todos.
Sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

A nuestro alrededor...
¿Cuántos son robles que no se permiten a sí mismos crecer?....

¿Cuántos, rosales, que, por miedo al reto, sólo dan espinas?.... ¿Cuántos, naranjos, que no saben florecer?
Todos tenemos un destino que cumplir.
¡Demos a conocer y compartamos
nuestra maravillosa esencia!

jueves, 2 de abril de 2009

Crisis

Cuando te vuelves una persona estresada, irascible, nerviosa en temporada de crisis, te encierras en una actitud proteccionista, de defensa.
No mueves un dedo, no vuelves a invertir, no piensas más.
Pierdes así todos tus grandes talentos para interponer tu inteligencia a los tiempos malos.
Con el ambiete pesimista, te aíslas, bloqueas tu mente y te dejas llevar de telarañas en lugar de abrir los ojos.
En tiempo de cielo nublado, hay miles de oportunidades que muchas personas no ven.
Si quieres progresar, lo único que necesitas es dejar de lamentarte.
Cuando nos quejamos, cuando criticamos, cuando alimentamos el negativismo, cuando regamos malas noticias; estamos contagiando una enfermedad mortal a muchas personas.
Nuestro gran reto en estos días es mantenernos inmunes a los virus de la fiebre negra de los pensamientos negativos, actitudes y palabras incoherentes.

¡Relativizar las dificultades, es estar curado!



miércoles, 1 de abril de 2009

Valentía

Valentía es admitir tus temores,
y enfrentarlos cara a cara.
Es tener la fortaleza de pedir ayuda,
y la humildad de aceptarla.

Valentía es defender tus principios,
sin preocuparte por lo que otros dirán.
Es escuchar tu corazón, vivir tu vida
y no aceptar sino lo que para tí es lo mejor.

Valentía es tomar el primer paso,
dar un gran salto, o cambiar el camino.
Es intentar lo que nadie supo hacer jamás
y todos creen imposible.

Valentía es mantener el espíritu
en los desencantos, y considerar las derrotas
no con el fin sino como un nuevo comienzo.
Es creer que por fin las cosas mejorarán,
aunque ahora parezcan peores.

Valentía es tomar responsabilidad
de tus acciones
y saber admitir tus errores
sin culpar a los demás.
Es confiar, no en los demás,
sino en tu habilidad y esmero para triunfar.

Valentía es negarse a desistir,
aunque la posibilidad te intimide.
Es trazar tu meta, mantenerte fiel a ella
y hallar soluciones para los obstáculos.

Valentía es pensar en grande,
apuntar bien alto y llegar bien lejos.
Es adoptar un sueño y hacerlo todo,
arriesgarlo todo,
no desistir ante ningún obstáculo
para tornarlo realidad.