Cuando una puerta se cierra, otra se abre, aunque a veces no la vemos por quedarnos paralizados frente a la que se cerró.
No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos... y otras veces, ¡no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos!
Hay momentos en que sentimos el amor de una manera única... el corazón se pierde en un estallido, y vibra el alma tratando de llegar a ese ser que tanto amamos...
Que maravilloso es soñar con la persona amada, atravesar el tiempo y el espacio para unirse mas allá de nuestra imaginación, en ese mundo que soñamos estando despiertos, con sueños tan vivenciales que nos hacen sentir que ese ser esta ahí, esperando que demos un paso para cobijarnos entre sus brazos...
La felicidad espera a aquellos que sueñan... a aquellos que tratan de abrir esas puertas y que dejan de mirar la que los paraliza...
El verdadero amor no conoce de límites ni de fronteras, y podemos encontrar nuevamente a quien amar, más allá del horizonte.
jueves, 30 de abril de 2009
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