Señor:
No quiero pedirte nada especial ni inalcanzable, como ocurre tantas otras noches...
Eres bueno y proteges a todos los niños, y quiero pedirte un gran favor, sin que se enteren mis padres:
Transfórmame en un televisor, para que me cuiden de igual modo, para que me miren con el mismo interés con que mamá mira la telenovela , o papá su programa deportivo.
Quiero hablar como lo hacen ciertos animadores, que toda mi familia calla para escucharlos con atención y sin interrumpir.
Quiero ver a mamá suspirar por mí como lo hace al mirar un desfile de modas, o hacer reír a papá como algunos programas humorísticos, o que me crean cuando cuento mis fantasías sin tener que decir ¡es cierto! ¡lo ví en la tele!
Quiero, como el televisor, ser el rey de la casa, el centro de atención que ocupa el mejor lugar, para que todas las miradas se dirijan a mí. Sentir la preocupación que experimentan cuando comienza a fallar, y rápidamente llaman al técnico. También, ser el mejor amigo de mis padres, el héroe favorito, quien más influya sus vidas, quien les recuerde que soy su hijo y que ojalá mostrara más paz que violencia.
¡¡Señor, por favor, déjame ser televisor aunque sólo sea un día!!
Autor: desconocido
domingo, 23 de noviembre de 2008
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