Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la media noche.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy.
¡¡¡Soy importante!!!
Mi trabajo es escoger que clase de día voy a tener, hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso, o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas gratis.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme porque estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme por todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las espinas traen rosas consigo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo estudiar y abrir mi mente enérgicamente y llenarla de nuevos y ricos conocimientos.
El día se presenta ante mí esperando a que le de forma, y aquí estoy yo…
Su escultor.
Lo que ocurra hoy depende de mí; de nadie más.
Debo elegir qué día voy a tener.
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